A las 17.30 h. en Joya36, calle Benito Corbal, en Pontevedra, se vivió el otro día una escena insólita que podría pasarnos a cualquier profesional del sector en el día a día de nuestra actividad. Una clienta estaba en la tienda mirando unas bandejas con sortijas y colgantes, cuando de repente notó que tiene a alguien rozándole la espalda. En ese momento, un hombre moreno en un movimiento brusco arrastró una de las bandejas que la mujer había estado ojeando y salió huyendo, tirando a la clienta al suelo.

Se estima que el botín robado alcanza la cuantía de 10.000 euros.

Aún nerviosa la mujer declaraba: . «Yo estaba a lo mío y no me percaté de que entraba alguien. Pero en cuanto le vi coger las cosas me asusté y me dio un ataque de ansiedad». No ha querido dar sus datos y también afirma que no cree que vuelva a entrar sola a una joyería.

Los 2 empleados del establecimiento presentes en el momento del suceso no han querido hacer declaraciones hasta no tener la aprobación de sus jefes.

Al principio, las sospechas que se tenían sobre el ladrón recaían en un delincuente habitual de la zona y se inspeccionó la zona donde dicho sujeto suele atesorar los bienes de sus robos pero la identificación resultó negativa y la búsqueda del ladrón, de aproximadamente 30 años, sigue operativa por las policías Nacional y Local.

 

Fuente: El progreso

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