Estos dos metales preciosos a simple vista son muy parecidos, pero albergan grandes diferencias que pondremos de manifiesto en las próximas líneas.
No te pierdas esta interesante entrada de blog y conoce más curiosidades acerca de ese gran desconocido que es el platino. Porque la joyería en platino también puede ser la opción perfecta para cualquier ocasión.
Si aún no habías oído hablar de este material puro para hacer joyería este es el momento de convertirte en todo un experto sobre su uso y su potencial.
Tanto el platino como el oro blanco son dos metales muy usados en joyería. El oro blanco tiene este color debido al rodio, que es un metal bastante escaso, que pertenece a la familia de lo platinos y que otorga a las joyas creadas con él un mayor brillo y durabilidad.
Siempre ha existido una gran diferencia entre el precio del oro y del platino. El platino es un metal precioso más costoso y caro, el precio del platino es más del doble del precio del oro y un 60 % más denso que el oro y por lo tanto es más pesado. Aunque realmente, a día de hoy, los precios tienden a igualarse entre ambos metales.
El platino es menos flexible y menos maleable que el oro, por lo que es mucho más difícil de trabajar.
El color de los dos metales es blanco, pero el platino tiende ligeramente a azul, sin embargo el oro blanco debido al platinado de rodio.
El oro blanco se alea con cobre zink y niquel, lo cual le da un color grisáceo claro. Por ejemplo un anillo de compromiso hecho de platino no requiere platinado, mientras que una joya de oro blanco es platinada con rodio blanco.
La pureza de las joyas de platino es mucho más alta que la de una joya de oro blanco, esto tiene una explicación, las joyas realizadas en oro suelen ser de 18 quilates, esto significa que las joyas tienen un porcentaje de oro de un 60 ó 75%, el platino suele tener una graduación de 900 lo que significa que es platino puro en un 90%.
En cuanto a la conservación del platino, este metal precioso, mantendrá durante más tiempo sus cualidades intactas, su brillo y la ausencia de arañazos.
El platino es más resistente al uso, a la corrosión o a la rotura, además si la joya se arañase el platino es más fácil de pulir, pues este tratamiento no resulta tan agresivo para el platino como para el oro. En cuanto a las propiedades anti alérgenas el platino es todavía más hipoalergénico que el oro.